lunes, 2 de enero de 2012

Los Mejores Años De Nuestras Vidas , capitulo 7


 Por Sofía:

Volvimos hacia casa, calladas, avergonzadas, ella por lo que me había dicho en el patio y yo... yo por muchas cosas. Por no a verle dicho nada a Marina y haberme que dado callada como una tonta, cuando me contó lo de James .También estaba avergonzada de solo poder contestar a las preguntas que me decía Javi a base de una o dos palabras, ya que me ponía roja y solo podía inventarme excusas para poder irme de esas situaciones incomodas. 

Pero de lo que mas me avergonzada estaba era de que después de 2 años ya sin salir con Alex y no me atrevía a mirarle ni a decirle ni una palabra o solamente un simple hola seco y amargo.

   -¿Estas bien?-dijo Marina. Antes me había preguntado como le había cambiado tanto la voz, pero ahora sabía el por qué esa voz ronca.

   Quise contestar algo así como: "Bueno... me acabo de enterar que mi mejor amiga FUMA  y que por casi se acuesta con un chico, no se como estoy, ¿tu como estarías?"

   Pero no me atreví.

   -Estoy bien, solo un poco cansada, ya sabes, es el primer día...

   -Lo siento, no debería habértelo dicho.
   
   -Claro que no-contesté mirándola a los ojos por primera vez en toda la conversación-. Porque no debería haber pasado

   -¡Pero no me acosté con el!-empezó a hablar mas alto- Y no hace falta que me lo eches en cara. Las amigas estaban para apoyarse, ¿recuerdas? Además, a ti lo que te jode no es que me haya liado con James. A ti lo que te jode de verdad es que yo haya encontrado a un chico ideal para mí, y tu sigas detrás de ese subnormal que pasa de ti.

   La gente empezó a darse la vuelta para mirarnos.

   Entre en mi casa, y subí las escaleras de mi bajo de dos plantas.
Subí corriendo a mi cuarto y la vi parada, mirando a la puerta y a lo mejor me equivoco, pero me pareció ver que una lágrima le corría por mejilla.
***
   "PIPIPIPIPI" maldito despertador. Lo que daría que fuera sábado para no ver a Marina. No tenía a nadie con quien ir. Sí, tenía más amigos aparte de ella, pero hacía mucho que no hablaba con ellos. Tenía ganas de quedarme en la cama. Me había peleado con Marina muchas veces de pequeña, y siempre tenía la sensación de que no volvería a  ser amiga suya, pero ahora iba en serio. No podía soportar lo que me había dicho, sobre todo porque era verdad. 

   Llevaba años detrás de Alex, y él no se fijaba en mí. 
   
   -¡Sofía! Date prisa o llegarás tarde.
   
   Pero, por muy verdad que fuera lo que me había dicho, no pensaba perdonarla nunca.
   
   Me puse la ropa lo más rápido posible, agarré mi mochila, y salí por la puerta. Mi madre me gritó que no había desayunado, pero eso me daba igual.
   
   Ahí en la puerta, esperando, estaba Javi; con unos vaqueros, una sudadera azul, y una gran sonrisa en sus carnosos labios. Algo se revolvió en mi tripa cuando me saludó, no sin dejar de sonreír. Me decía a mi misma que era solo porque no había desayunado, pero sabía que había algo más.
   
   Javi era alto, sobre todo comparado conmigo.
   
   -¿Como sabes donde vivo?-pregunté, mientras chocaba los talones de mis bailarinas azules, un tic nervioso desde la infancia. Intentaba mantener la calma, pero no podía-. Y... ¿por qué has venido?
   
   -Ah, nada que ayer volviendo a casa con unos amigos que te conocían, pasamos por aquí y me dijeron que esa era tu casa, así que hoy... pasando por aquí me he acordado y he querido acompañarte a clase.
   
   -¿Donde vives?
   
   -Yo... Por aquí cerca.
   
   No parecía muy convencido, pero no insistí.
   
   -Gracias-dije
   
   -¿Por qué?

   -Por haberme esperado, y acompañarme.-dije, intentando parecer lo mas coqueta posible. La verdad es que estaba bastante orgullosa de como estaba manteniendo la calma en esa conversación, aunque el corazón me latía con fuerza.

   -Pasaba por aquí-dijo. Se había detenido.

   -¿Que pasa?

   -¿Donde está tu amiga Marina?

   Por alguna razón, sentí mucha rabia al ver que él se preocupaba por Marina. Me costó segundo darme cuenta de que estaba muy enfadada con ella.

   -Ya no es mi amiga-dije

   -¿Os habéis enfadado?

   -No-dije, por primera vez en voz alta-. No creo que volvamos a ser amigas nunca más.

   -Oye, ¿te puedo preguntar una cosa?

   -Sí, dime

   -¡Javi! ¿tío vienes?-. Gritó una voz masculina. Habíamos llegado al instituto.

  -Ya has hecho amigos, ¿no?-pregunté

   Me miró un momento, y después dijo:

   -Luego hablamos.

   Y se fue andando, dejándome a mí con el corazón palpitando muy, muy fuerte. 
   
   Y estaba muy feliz, hasta que al entrar en clase vi a Marina coqueteando con Alex.

1 comentario:

  1. Me encantó, estoy esperando leer el proximo capitulo :)

    Bonito blog, te sigo ^^

    Un beso!!

    ResponderEliminar